domingo, 11 de octubre de 2015

- ¿QUIÉN ES REALMENTE PABLO? - COMPARTIR No. 2

¿Quién es realmente San Pablo? Compartir No. 2

 
"Saulo encuentra a Cristo"
¿Quién es realmente Pablo? Una pregunta interesante “llamado el Apóstol de los gentiles” en algún momento quise hacer mi encuesta personal con algunos cristianos, y me quede un poco sorprendido por el desconocimiento que se tiene de este Apóstol, mi intención con este escrito es acercarnos un poco más a ese Pablo del que escuchamos, pero que poco conocemos, y por consiguiente aproximarnos más Jesús el Señor. Les cuento esta anécdota que significo mi encuentro con él. Una mañana, hace ya muchos años iba a una reunión de trabajo y llevaba un poco de prisa, la prisa esa que nos aleja de muchas realidades de la vida, pase frente a una pequeña librería y me llamo la atención un pequeño libro cuyo título era "Caminando con Saulo" seguí mi camino, pero no había avanzado dos cuadras cuando me detuve, regrese a la librería, pregunté el precio del libro y la realidad me puso dos opciones ya que no tenía suficiente dinero, comprar el libro con el dinero que tenía para el taxi, lo que significaría tomar un bus y la consecuencia de llegar tarde a la reunión, lo estuve ojeando por varios minutos y al final el libro era mio...


Les cuento que ese libro me atrapo, y siempre comento que Pablo me tomo de la mano y me llevo de una manera especial a amar a Cristo. Siempre trato en lo posible de hablar de un Pablo que invita a  amar a Dios en la figura de su Hijo. Los invito a un compartir con Cristo y a conocer un poco más de lo que Pablo representa.

San Pablo nos invita a caminar

           Caminante no hay camino se hace camino al andar. Así dice un poema de Antonio Machado, la enseñanza a la humanidad es la senda que nos trazamos al buscar nuevos horizontes, San Pablo Apóstol de Cristo, (Saulo de Tarso de Sicilia,  nacido entre los años 5 y 10 de c. - 67 c) quienes lo hemos leídos nos aferramos a él, leerlo es amar a Cristo, Cristo lo invito a seguirlo, y él nos invita a seguir a Cristo, un camino sin desperdicio, y no queremos abandonar esa senda por la que Pablo nos invita a transitar,  un camino  de amor que nos dice mucho de los héroes de la fe,  en un párrafo de la Carta a los Hebreos 11:1-3: La fe es como aferrarse a lo que no se espera, es la certeza de cosas que no se pueden ver” Esto mismo es lo que recordamos de nuestros ancestros que sin duda nos observan, y ellos esperan de  nosotros que continuemos nuestros sueños al futuro llenos de una fe  inquebrantable, que cada paso sea congraciando a cada ser humano que ha vivido sobre este planeta.

         “Por la fe creemos que las etapas de la creación fueron dispuestas por la palabra de Dios, y entendemos que el mundo visible tiene su origen en lo que no se palpaEl Pablo, que fue un caminante incansable llevando el mensaje de Dios, como él  nos los cuenta en la Carta a los Romanos; Saulo llamado por el Señor Pablo dio un paso importante para vender el mensaje del Dios Padre y de Jesús Cristo nuestro Señor.  En ese primer paso comenzó con un recorrido de kilómetros sin desmayar,  La diferencia está en que a través de la fe y el amor encontremos un refugio seguro, encontremos esa paz que solo la da Dios. Como lo comenta el hermoso Libro “Caminando con Saulo” donde nos enseña de los kilómetros recorridos.  San Pablo  comenzó en su viaje a Italia - Derbe 1000 kilómetros, Tarso -  Tróade 1400 kilómetros, Galacía  - Ancira 526 kilómetros, Tarso - Efeso 1150 kilómetros, se dice que San Pablo recorría a pie aproximadamente 35 kilómetros por día, como lo señala este hermoso libro era un atleta del amor, la bondad, la enseñanza, el sacrificio, con una meta clara, vencer, vencer y vencer.
           Si alguien entiende quienes somos y  lo que somos es Dios, nos conoce perfectamente, somos parte importantísima de Él. En Pablo Dios nos dice: “He sido mal presentado por los que no me conocen” es por eso que debemos hacer el esfuerzo por conocerlo mejor,
          En Corintios Pablo nos dice: “Todos por supuesto hemos alcanzado el saber; pero el saber infla al hombre, mientras que el amor edifica. El que cree que sabe (algo), es que no sabe todavía qué es conocer, pero si uno ama (a Dios) este ha sido conocido (por Dios)”  Dios conoce a cada uno de sus hijos, tu vida y mi vida son importantes para Él, por lo tanto  nuestro rumbo es por camino seguro, conocer a Dios es aceptar la luz que ilumina nuestras vidas, el amor debe unirnos, y los deseos de mantenernos atados a este hogar en una búsqueda interminable de  conocimiento y llamados a crecer con Él (con Dios). Conocer más a Cristo es una necesidad que nos lleva a ser mejores, escuchar la voz de Cristo es ir alineados a Él, hay quienes le dan la espalda, cierran su mente, sus oídos y por su puesto se condenan, pero escucharlo es el privilegio de saber que nos salvaremos, es la esperanza absoluta. 

El encuentro de San Pablo con Jesús

          Esteban uno los Apóstoles se dice que un hombre lleno de gracia y de poder que realizaba grandes prodigios y señales milagrosas. Comienzo este pasaje con Esteban quien fue empujado fuera de la ciudad y  apedreado, lo despojaron de sus ropas y las habían dejado a los pies de un joven llamado Saulo.           

          En Hechos 7:59-60 Mientras era apedreado Esteban oraba así: “Señor Jesús, recibe mi espíritu.” Después se arrodillo y dijo con fuerte voz: “Señor no les tomes en cuenta este pecado.”  Dicho esto se durmió en el Señor.  Hechos 8:1 Saulo estaba allí y aprobaba el asesinato. Este fue el comienzo de una gran persecución contra  la Iglesia de Jerusalén. Todos excepto los Apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria.

          Hechos 9:1-22 Saulo no desistía de su rabia, proyectando violencias y muerte contra los discípulos del Señor. Se presentó al sumo sacerdote  y le pidió poderes escritos para las sinagogas de Damasco, pues quería detener a cuantos seguidores del Camino encontrara, hombres y mujeres y llevarlos presos a Jerusalén.
Mientras iba de camino, ya cerca de Damasco, le envolvió de repente una luz que venia del cielo. Cayó al suelo y oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?” Pregunto él: “¿Quién eres tú Señor?” Y él respondió: “Yo soy Jesús, a quien tu persigues. Ahora levántate y entra a la ciudad. Allí se te dirá lo que tienes que hacer.” Los hombres que lo acompañaban se habían quedado atónitos, pues oían hablar, pero no veían a nadie, y Saulo, al levantarse del suelo, no veía nada por más que abría los ojos. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Allí permaneció tres días sin comer, ni beber y estaba ciego.

Vivía en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor lo llamó en una visión: “¡Ananías!” Respondió él: “Aquí estoy, Señor.” Y el Señor le dijo: “Vete enseguida a la calle llamada Recta y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo. Lo encontraras rezando, pues acaba de tener una visión: un varón llamado Ananías entraba y le imponía las manos para que recobrara la vista.”

Ananías le respondió: “Señor  he oído a muchos del daño que este hombre ha causado a tus santos en Jerusalén. Y ahora está aquí con poderes del sumo sacerdote para llevar preso a todos lo que invocan tu Nombre.” El señor le contestó: “Vete. Este hombre es para mí un instrumento excepcional, y llevará mi Nombre a las naciones paganas y a sus reyes, así como al pueblo de Israel. Yo le mostraré todo lo que tendrá que sufrir en mi Nombre.”

Salió Ananías, entró en la casa y le impuso las manos diciendo: “Hermano Saulo, el Señor Jesús, el que se apareció en el camino por donde venias, me ha enviado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.”  Al instante se le cayeron de los ojos una especie de escamas y empezó a ver. Se levantó y fue bautizado. Después comió y recobró las fuerzas.

         Saulo permaneció durante algunos días con los discípulos en Damasco, y enseguida se fue por las sinagogas proclamando a Jesús como el Hijo de Dios. Los que lo oían quedaban maravillados y decían: ¡Y pensar que en “Jerusalén perseguía a muerte a los que invocaban  este Nombre! Pero ¿no ha venido aquí para encadenarnos y llevarlos ante los jefes de los sacerdotes? Saulo se mostraba cada vez más fuerte cuando demostraba que Jesús era el Mesías, y refutaba todas las objeciones de los judíos de Damasco. 

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